Add parallel Print Page Options

11 Tanto Jesús, que nos santifica, como nosotros, que somos los santificados, tenemos un mismo origen. Por ello, Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos, 12 cuando dice:

«Hablaré de ti a mis hermanos y juntos te cantaremos alabanzas».

13 Y en otra parte dice:

«Confiaré en Dios».

Y añade:

«Aquí estoy, con los hijos que Dios me ha dado».

Read full chapter